La violencia doméstica es un patrón de comportamiento coercitivo y controlador que puede incluir abuso físico, abuso emocional o psicológico, abuso sexual o abuso financiero (usar dinero y herramientas financieras para ejercer control).

Las parejas abusivas trabajan muy duro para mantener a las víctimas atrapadas en la relación. Pueden tratar de aislar a la víctima de amigos y familiares, reduciendo así la cantidad de personas y lugares a los que el sobreviviente puede acudir en busca de apoyo. A través de varias tácticas de abuso financiero, las parejas abusivas crean barreras financieras a la seguridad. Existe un miedo real a la muerte o a más abusos si se van, ya que los abusadores pueden percibir este acto de independencia como una amenaza al poder y control que han trabajado para ganar, y pueden optar por escalar la violencia en respuesta.

Sí, pero primero deben tomar la decisión de cambiar su comportamiento. No es fácil para una pareja abusiva dejar de elegir un comportamiento abusivo, y requiere un compromiso serio para cambiar. Una vez que un abusador ha tenido todo el poder en una relación, es difícil hacer la transición a una relación saludable donde cada miembro de la pareja tiene el mismo respeto y poder.

Sí, los hombres pueden ser víctimas de abuso doméstico. La violencia doméstica es un delito generalizado que pone en peligro la vida y que afecta a millones de personas en los Estados Unidos, independientemente de su edad, situación económica, raza, orientación sexual, identidad de género, religión, capacidad o nivel educativo. Los estereotipos generalizados de que los hombres siempre son los abusadores y las mujeres siempre las víctimas discriminan a los sobrevivientes que son hombres y los disuaden de contar sus historias. Los sobrevivientes de violencia doméstica que son hombres tienen menos probabilidades de buscar ayuda o denunciar el abuso. Muchos desconocen los servicios para hombres, y existe la idea errónea de que los programas de violencia doméstica solo sirven a las mujeres.

Sí, las personas LGBTQ pueden ser víctimas de abuso doméstico. La violencia doméstica es un delito generalizado que pone en peligro la vida y que afecta a muchas personas en todo el Reino Unido, independientemente de su edad, situación económica, raza u orientación sexual.

Una mala economía no causa violencia doméstica, pero puede empeorarla. La gravedad y la frecuencia del abuso pueden aumentar cuando están presentes factores asociados con una mala economía. La pérdida de empleo, las ejecuciones hipotecarias de viviendas, las deudas y otros factores contribuyen a niveles más altos de estrés en el hogar, lo que puede conducir a un aumento de la violencia.